El modelado BIM permite crear y gestionar proyectos de forma eficaz para optimizar recursos y agilizar procesos. Repasamos sus puntos clave y los beneficios para tu empresa.
El desarrollo de modelos BIM es una realidad cada vez más habitual en el sector AEC (Arquitectura, Ingeniería y Construcción, por sus siglas en inglés). De hecho, lejos de ser un extra dentro de un proyecto, se está convirtiendo en un requisito indispensable en las licitaciones públicas, así como en aquellos de mayor envergadura y complejidad. Más pronto que tarde, la metodología BIM se está extendiendo a todo tipo de proyectos de edificación (arquitectura e interiorismo), industrial (infraestructuras, fábricas, etc.) y obra civil (carreteras, puentes, etc.) gracias a que permite optimizar proyectos de arquitectura e interiorismo.
En este contexto de transformación digital, “la metodología BIM está suponiendo una verdadera revolución tecnológica para la cadena de producción y gestión de la edificación y las infraestructuras”. Así lo reconocen desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda urbana (MITMA). Este organismo está comandando una iniciativa para incorporar BIM en la licitación pública (CBIM). Esto favorece una política de construcción y edificación sostenible, de la eficiencia del gasto público y de la competitividad nacional. En países como Francia, Italia, Finlandia, Alemania o Chile ya existen políticas nacionales de implantación BIM de obligado cumplimiento.
¿Qué es BIM?
El Building Information Modeling (BIM) es una metodología de trabajo colaborativo que utiliza modelos digitales en formato 3D para poner en marcha las diferentes fases del proyecto de construcción (desde la oferta a la planificación y el diseño o la ejecución). Además de incluir una representación gráfica detallada, estos modelos permiten otorgar características a cada uno de los elementos que conforman el proyecto, como dimensiones, material, colores, peso, etc.
Es decir, no es un mero diseño en tres dimensiones, sino que va mucho más allá. El modelado BIM supone una completa base de datos que atesora toda la información relevante del proyecto y que abarca su ciclo de vida completo. Por si esto no fuera suficiente, a la hora de aplicar la metodología BIM junto a los CDE (common data enviroment), permite mantener toda la información actualizada en un lugar común y accesible para todos los agentes del proyecto. De esta manera, pueden llevar a cabo una gestión lo más eficiente y realista posible.
Descubre cómo optimizar tus
proyectos con la metodología BIM
¿Qué ventajas ofrece BIM a tu proyecto?
El uso de BIM proporciona beneficios tangibles en términos organizativos, de sostenibilidad, de plazos, de calidad del resultado final y, por supuesto, económicos. Según reconoce el propio Ministerio, la metodología BIM “permite construir de una manera más eficiente, reduciendo costes al tiempo que permite a proyectistas, constructores y demás agentes implicados trabajar de forma colaborativa”. A continuación, detallamos algunas de las principales ventajas que ofrece BIM:
- Ahorro de costes: Optimiza la planificación y minimiza las posibles incidencias de cara a la ejecución. Según el informe del European Construction Sector Observatory de la Comisión Europea, el ahorro en la fase de construcción oscila entre el 13% y el 21%, mientras que en la fase de operaciones supone entre el 10% y el 17%.
- Agiliza y simplifica los procesos: El uso de BIM requiere invertir más recursos en determinadas fases del proyecto porque exige plantearse múltiples aspectos desde el comienzo. En el conjunto de todo el trabajo, esto redunda en una mayor capacidad para cumplir los plazos, algo que se aprecia especialmente en aquellos proyectos donde la información se puede reutilizar, como en el caso de las franquicias.
- Construcción más eficiente: Aplica una serie de criterios de eficiencia que ayudan a organizar el trabajo para reducir el consumo energético y el desperdicio de materiales mediante la implantación de sistemas pasivos y/o activos y la optimización de recursos.
- Seguridad: Adquirir un control profundo de cada fase y tarea del proyecto ayuda a minimizar los fallos y a adelantarse a posibles contratiempos.
- Mayor visibilidad del proyecto: Flujos de información y de trabajo más transparentes con datos comunes y actualizados para no duplicar información ni avanzar en diferentes versiones.
- Mejor conexión y comunicación entre equipos: permite trabajar de forma coordinada para llevar a cabo las diferentes tareas de manera más efectiva y así conseguir resultados óptimos.
- Calidad del resultado final: Al final, todo ello se traduce en proyectos de la máxima calidad que se entregan en el tiempo y forma esperados.
¿Cómo aprovechar al máximo BIM?
En las sucesivas etapas de un proyecto de edificación, obra civil o ingeniería se generan datos inteligentes que resultan de utilidad a lo largo de todo su ciclo de vida. La suma de esta rica base de datos y de un modelo gemelo digital preciso es lo que caracteriza a BIM. La unión de ambos elementos hace de esta metodología la mejor inversión para tu proyecto.
En definitiva, el modelado BIM proporciona un profundo conocimiento sobre el estado y el desarrollo del proyecto, lo que ayuda a mejorar la toma de decisiones y minimizar los riesgos en cada una de las fases. Para optimizar su adopción es importante rodearse de un buen equipo que sepa comprender las exigencias del proyecto y ofrezca una atención personalizada que se adapte a las necesidades del equipo.
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